Y si te duelen los ojos, piensa que es culpa del sol. Y si te entran escalofríos, piensa que es culpa del frío. Y si ambas cosas se reflejan en tu cuerpo, échale la culpa al alcohol. Pero no dejes nunca que te miren extrañados cuando ríes mientras lloras o cuando la piel se te eriza cuando hablas del adiós. Porque no hay nada mejor que sentir que vas a llegar al final, que no habrá un cataclismo lunar que pare tus pies en un "nunca jamás".
Pues no habrá fuerza imparable, ni muro inamovible.
Encuéntralo. |
1 comentario:
F-U-C-K! , te aplaudo increible , me ha gustado mucho , vales mucho momo , espero ke te des cuenta.
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