viernes, 2 de diciembre de 2011

Historias paganas.

Hoy me asaltan los recuerdos de una noche de verano, donde el agua del mar y la luz lunar bañaban nuestras manos. Hoy me asaltan los recuerdos de una tarde lluviosa, donde se escondieron las ganas de mirar las mariposas, voladoras desesperadas. Hoy me asalta una vida ya pasada, un presente no vivido, un futuro incierto debido a un tiempo desierto con la furia ciega que tenemos los humanos.

Hoy me asaltaron los recuerdos del pasado, de una luz opaca y una pared transparente por lo que podía ver mi muerte. Venía vestida de rojo, con una sonrisa en su cara. Farsante descuidada. Ya no sabe lo que siente, solo lo presiente; sustentando su propia existencia con leyendas y cuentos lejanos. Cuentos paganos, de esos que exponen a la muerte como la mejor de las patrañas. Desengañan creencias instauradas, madres de futuros de esperanza, de vidas desnatadas.

Hoy me asaltan los recuerdos de un pasado que no es mío, de un presente al que no lloro, de un futuro remoto. Quizás la vida merece ser vivida con los ojos cerrados, sin esperar al de rojo, que ya vendrá despreocupado. Hoy me asaltan los recuerdos de una noche de verano, donde el cielo era tierra, y el suelo, lejano.

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