viernes, 5 de agosto de 2011

La razón se llama 'Te quiero',

-¡NO! ¡No es justo! Yo lo quiero a él.- Gritaba, pataleaba, se retorcía como si el dolor la estuviera matando, como si realmente aquello fuera el fin. El agua salada bañaba su cara dándole un brillo a sus mejillas y un aspecto de muñeca de porcelana a punto de romperse. No deberías haberse puesto así, era consciente de la situación. Pero dejó que todo aquello saliera a la luz, destruyendo todo lo que se presentara a su paso.
-Pero él no, niña estúpida. ¿Cuando lo aceptarás? ¿Cuando mirarás lo que tienes delante? Uno no, otro sí. Haz la elección correcta.- Rabia era lo que se veía en aquellos ojos que miraban amenzantes a la 'niña estúpida' con la que estaba hablando. No era estupidez lo que se había apoderado de aquella joven perdida. Más bien era...amor. Tampoco lo amaba, ella había utilizado las palabras adecuadas: 'Yo lo quiero a él.' A veces pensaba que lo necesitaba, que echaba en falta alguno de sus gestos, o que incluso ella había adquirido algunas de sus insignificantes manías. No sabía como haía sucedido, pero era esa mirada o esos tontos juegos de dos los que la había arrastrado hasta este punto. Al menos sabía que era un punto inicial, que podía salir de allí poniendo algo de empeño, con un poco de eso a lo que llamaban fuerza de voluntad. Pero no quería. Estaba bien así, incluso aunque él no la quisiera. Así estaba todo bien. Lo quería, quizás si. No lo amaba, quizás no. Todo estaba tranquilo, sin preocupaciones. 
¿Cuando apareció el problema? Nadie se había dado cuenta y apareció así, silencioso, sin llamar la atención de manera desmedida. Ella no lo había llamado, no lo entendía. O quizás si. Y hacía como que nada de esto iba con ella. Como que nada de esto le influía. Tenía la decisión tomada. Seguiría siendo así, porque así estaba todo bien. Era muy probable que nunca consiguiera nada de la persona a la que quería, pero a ella le gustaba así, no le importaba, porque aquella sonrisa era más de lo que nunca podría haber deseado. Y, para su gusto, o quizás su comodidad, todo lo demás sobraba. Todo lo demás, o quizás no.


No hay felicidad sin dolor.



-Siento que usted será algo especial para lo que tengo que hacer, aunque todavía no me doy cuenta de la razón.
-La razón se llama 'Te quiero'.

1 comentario:

Davo dijo...

Me encanta la foto , pd. no me olvido del el blog aunque este lejos

Espina.

Parece, aunque a veces sólo lo parece, que por cada cosa mala que a uno le dicen, diez de las buenas se olvidan, se escapan. Como si nunca ...