¿Conoces ese lugar, ese agobiante agujero que te engulle y te agobia? Ese lugar tan complejo e indefinido. Donde el día se hace noche y el principio es final antes de comenzar. Un bucle infinito era lo que contenía a aquella mente indefensa e inmadura. ¿Inmadura? Siempre iba a estar así. Saldría de allí. Lo había hecho en más de una ocasión, pero ahora era distinto. Era diferente. Más estraño. No más difícil, o quizás si. Ya no lo sabía, porque estaba una vez más en ese lugar que todos conocemos. Esa mente siempre estaba equivocada, siempre confundida y siempre sería una inmadura. ¿Y si decir adiós era la mejor opción? ¿Y si dejar que ese agujero fuera un nuevo hogar, una nueva forma de vida?
Y si, y si, y si.
Y si, y si, y si.
Todos peleamos en una dura batalla. |
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