lunes, 23 de mayo de 2011

¿No lo ves?

Muere de una vez.
Devuélvemelo.
Déjame en paz.
Vete de aquí.
Ya no te soporto.
Ni lo que dices.
Ni lo que haces.
Ni lo que me vienes a contar.
¿Qué insinúas?
¿Qué no me amaste?
¿Qué no te enseñé nada en esta vida?
¿Qué solo fui un muñeco pasajero?
¿Qué alguien te dará más de lo que te estoy dando yo?
Te estoy dando mi vida.
Que no la quieras, es tu problema.
Pero, ya que estamos...
¿Qué tal si me la devuelves?

P.D: Y parece que me doy cuenta que mi llanto se posa sobre mentiras que soltaste a lo largo del tiempo. Ni si quiera te mereces nada como esto. Tienes suerte. Yo no me doy cuenta de eso.

Espina.

Parece, aunque a veces sólo lo parece, que por cada cosa mala que a uno le dicen, diez de las buenas se olvidan, se escapan. Como si nunca ...