jueves, 2 de junio de 2011

No, it isn't.

-Te perdono.- Le dijo, sin mirarle a la cara.
-No he pedido tu perdón.- Contestó él, no de manera muy cordial.
-Lo sé. Pero quiero que lo sepas. Quiero que sepas que ya te he perdonado, que no guardo rencor.- Dijo, sin que la voz le temblara.
-Me da igual.- Sin emoción alguna, él volvió a hablar.
-Quizás ahora. Pero cuando pase el tiempo, y pienses en el daño causado, quiero que sepas que te he perdonado, que no debes sufrir por nada que tenga que ver conmigo. Estás libre, perdonado por todo pecado.-
Él cogió el camino y se fue. Ella sabía que algún día el pensaría en esto, no en ella, pero si en esto. Y él tenía que saber que era libre.



Espina.

Parece, aunque a veces sólo lo parece, que por cada cosa mala que a uno le dicen, diez de las buenas se olvidan, se escapan. Como si nunca ...